Continuamos con las entrevistas,
y tengo la inmensa suerte de tener las respuestas de un magnifico actor,
director y dramaturgo (no me negarán que es un curriculum espectacular) que me
maravilla desde hace tiempo, y que me ha mostrado tanta amabilidad y cariño,
que mi admiración es aún mayor. Estoy hablando de Jaime Pujol.
Como ya saben, siempre cuento mi
primer recuerdo del entrevistado. A Jaime Pujol, lo vi por primera vez en la
serie "Hospital" de Antena 3 en el año 1996, posteriormente en
"Hermanas" interpretando a un joven médico descreído en el año 1998.
Será, en ese mismo año, cuando se pone en la piel del personaje que más
popularidad le ha franqueado: Andrés Casqueiro de "El Comisario", y,
aquí, he de hacer una confesión (tengo testigos que no me dejarán mentir) desde
el principio fue mi personaje favorito, y al día de hoy, me hago algún maratón
televisivo con la serie y sigo pasándomelo igual de bien. Por supuesto, no me
puedo olvidar de su Adolfo Suarez en el "Ministerio del Tiempo" o de
padre de un ángel en "Ángel o Demonio" y permítanme que les anime, a
ver la reciente "Mujeres del Hampa 2" se lo pasarán bien y
emocionaran de igual manera.
Pero, sinceramente, cuanto más
disfruto de la interpretación de Jaime Pujol es cuando se pone en la piel de un
malvado como, por ejemplo, Martín Ángulo en "Amar es para siempre".
No se por qué, quizás porque su aspecto no nos lleva a pensar que puede ser una
mala persona, y cuando más alejado ves al intérprete de sus personajes, más lo
disfrutas, porque puedes sentir su complejidad.
Me entristece decir que nunca lo he podido ver
sobre un escenario. Pero sobre el año 2013, en el Matadero, pude ver una obra
llamada "Continuidad en los parques" con la que disfruté mucho.
Cuando leí quién era el autor, Jaime Pujol, lo primero que pensé fue que,
curiosamente, se llamaba como el actor. Pero mi afán de conocimiento teatral me
hizo investigar y, fue cuando, realmente conocí otra faceta: la de dramaturgo,
y a mi me encanta leer teatro, así que...se convirtió en un buen compañero en
los momentos de lectura.
Pero no quiero hacerles esperar
más, así que comenzaremos con las entrevista, agradeciendo en primer lugar que
haya podido contestarme, ya que se la enorme cantidad de trabajo que tiene.
P: La primera pregunta suele ser siempre
la misma pero es que, pienso, es obligada ¿Cómo y por qué se decidió a hacer de
este mundo su forma de vida?
R: Pues la verdad, no entraba en
mis planes. Cuando tenía 16 años yo tenía, más o menos decidido que quería ser
arquitecto, pero ocurrió algo curioso. A mí, gracias a mi profesora de
literatura, me fascinaba leer teatro. Y a los 17 años hubo que recaudar fondos
para un viaje de estudios y, como yo era muy insolente en esa época, muy
atrevido, me dije: ya que has leído tanto teatro y te gusta tanto ¿por qué no
escribo una obra?. Entonces lié a un amigo mío y juntos la escribimos. Luego
dimos el paso siguiente, la representamos en el instituto con el fin de
recaudar dinero para ese viaje de estudios. Y de alguna manera se puede decir
que el veneno del teatro entró en mí y ya he sido incapaz de bajarme del
escenario. Hice de ello mi forma de vida, mi profesión y de las cosas que más
amo en este mundo.
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Foto de la página web oficial de Jaime Pujol |
P: Los comienzos suelen ser
difíciles, supongo que hubo cosas muy complicadas y otras más sencillas ¿qué es
lo más difícil que se encontró en los primeros pasos?
R: En el periodo en que arranqué
en esta profesión, que eran los años 80, no existían tantas opciones como ahora
y menos en el mundo audiovisual. Yo orienté mi carrera básicamente hacia el teatro
que era lo que tenía más próximo y más cercano. En mis principios, la verdad es
que fue todo bastante rodado. Yo arranqué con una obra de teatro que dirigió mi
profesor de interpretación, Antonio Díaz Zamora, “Flor de Otoño” Luego tuve la
suerte de entrar en la Compañía de la Fundación Shakespeare… pero quizás,
también, tuve la suerte de hacer mis primeros pinitos en el audiovisual, algún
episódico en alguna serie en Barcelona, alguna cosa en Madrid. Quizás lo que
más me sorprendió, o más bien, fue lo más dificultoso, era el hecho de tener
que esperar a que te ofrecieran trabajo. Esa era una opción, que en un
principio, a mi me desesperaba, sobre todo porque después de una buena
temporada de trabajo me encontré un año entero sin trabajar. Pero desde muy
temprano, decidí, que lo que no debía hacer era esperar que me llamaran, Y como
yo, también, toco otros palos dentro de esta profesión, porque como ya sabes
escribo y dirijo, cuando no había opción o cuando no me llamaban para algo, era
yo el que generaba proyectos o ponía en marcha alguna obra. De hecho, nada más
acabar “Flor de Otoño” el siguiente montaje fue creación propia con unos
compañeros actores, con la que montamos una compañía, que aun existe “Pavana
Producciones” Aquí hicimos un trabajo coral que se llamaba “Supongamos que no
he dicho nada” Todo esto me demostró que si uno quiere, con persistencia,
trabajo y mucha lucha, se consigue
P: Siendo usted un actor que ha
participado en muchas series ¿Piensa que los actores o actrices que comienzan
actualmente, lo tienen más fácil que ustedes con todas las plataformas de
televisión y series que se hacen en la actualidad?
R: Si, es cierto que existe
muchísimo más mercado, muchísima más posibilidades que en la época en la que yo
comencé. La televisión, sobre todo en lo referente a la ficción española,
estaba empezando y era mucho más difícil. Quizás, los actores que estudiábamos
en aquella época arte dramático orientábamos nuestra carrera o pensábamos más
en el Teatro. Hoy por hoy, es al contrario, la gente que entra en una escuela
lo hace, casi, con la finalidad de orientar su carrera hacia el cine o la
televisión, especialmente la televisión porque el cine también está limitándose
mucho. Sí, yo creo que lo tienen bastante más fácil pero también, por otra parte,
hay que decir que es una profesión que se ha convertido en multitudinaria. Hay
mucha gente joven que apuesta por ella y, por lo tanto, también hay una
competencia más dura, más feroz dentro de esta profesión y cuesta, la verdad es
que es una profesión que cuesta. Pero yo siempre digo que es una carrera de
fondo, que no hay que buscar el éxito de manera inmediata, que no hay que
desesperar porque no surge el trabajo y que hay que ir despacio, sembrando y al
final se recoge.
P: Su currículum es muy extenso.
En el podemos ver que también dirige y en esta faceta ha sido igualmente
premiado, por "Mercader Amante" con la que fue galardonado a la mejor
dirección escénica, en la XIX edición de los Premis de les Arts Escèniques 2010
de la Generalitat Valenciana. Realmente en el teatro lo ha hecho prácticamente
todo ¿Con que se quedaría? ¿Dónde disfruta más?
P: Siempre digo que eso es como
si me dieras a elegir entre mis hijos o si me dieras elegir entre alguna de las
obras que he escrito, quizás, por algún motivo te podría decir alguna. Pero, en
general, lo que ocurre es que disfruto con cada rincón de esta profesión,
disfruto en cada ámbito, con cada apartado. Me encanta dirigir, me encanta
actuar y me encanta escribir y, de alguna manera, lo considero como vasos
comunicantes. Es verdad que cada uno tiene una dinámica y una manera de hacer
completamente distinta, pero siempre que escribo me nutro de mi experiencia
como actor y director, siempre que dirijo me sirve todo el trabajo que he hecho
de interpretación y siempre que actúo, tengo las referencias del trabajo que he
visto de otros compañeros cuando los he dirigido. O incluso, el esquema
dramatúrgico que utilizo cuando escribo, también, me sirve para componer un
esquema de trabajo y afrontar el personaje desde el propio texto o desde el
guión. Por lo tanto estoy absolutamente, enamorado de cualquiera de las cosas
que tengan que ver con mi profesión. Si tuviera que elegir, porque me pusieras
entre la espada y la pared, pues… sinceramente no me atrevería a decirlo,
porque, de verdad, que disfruto y
encuentro cosas que me llenan de satisfacción con cada una de ellas.
P: ¿Qué texto dramático de todos
a los que se ha enfrentado le ha influido más y por qué? Por supuesto incluyo
los suyos
R: En mi carrera ha existido un
texto dramático que me ha causado mucho impacto en lo personal y en lo
emocional, e incluso en lo laboral. Yo creo que de alguna manera también, me
hizo crecer como actor porque tuve la suerte de interpretarlo, y me descubrió
un universo dramático y extraordinario como es el mundo de Shakespeare. Hablo
de la obra Romeo y Julieta, donde tuve la suerte de interpretar al personaje de
Mercucio. Realmente es un texto que me ha marcado. Yo creo que en Shakespeare
está absolutamente todo, es un autor que nunca va a pasar de moda porque
escribe sobre todos los temas de la sociedad.
En su propia esencia, la sociedad realmente no ha cambiado, así que
cuándo vuelves a ver un texto de Shakespeare te das cuenta de que sigue vigente
porque esos argumentos y esos temas, sobre los que escribe, continúan
viviéndose en la actualidad. También
hubo un texto que tuve la suerte de dirigir en el grupo de la Universidad de
derecho, “El desván” Es un texto de Tom
Stoppard, que es un autor británico que yo descubro y que me influye muchísimo
como autor dramático. Realmente, digamos que se convierte, junto con Harold
Pinter, en mi maestro dramatúrgico y que, sus coordenadas son las que me sirven
a mí, realmente, para escribir mis propios textos. Tuve la suerte de dirigir
una obra suya que se llama el “Verdadero inspector Hound”, qué es una comedia
delirante y, bueno, absolutamente sorprendente
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Foto de la página web oficial de Jaime Pujol |
P: Hace ya muchos años, creo
recordar que usted comentó en alguna ocasión que unos treinta años, que no se ha subido como actor a un escenario
¿Qué obra o personaje le haría cambiar de opinión?
R: Pues honestamente no lo sé
porque he recibido ofertas de personajes absolutamente fascinantes, golosos y,
la verdad es que, llevo tanto tiempo sin subir a un escenario, que no estoy ni
siquiera tentado hacerlo. Entre otras cosas, porque mi trabajo como actor sigo
desarrollándolo en el ámbito, aunque sé que no es lo mismo, de la televisión y
el cine. Y mi vínculo con el teatro sigue estando latente todos los días de mi
vida a través de la escritura y a través de la dirección. Por lo que no es algo que en esencia eche de
menos. Realmente es una decisión que he tomado y bueno, sería bastante
complicado que volviera. Pero nunca hay que decir de este agua no beberé, y ese
personaje que ahora mismo soy incapaz de imaginar algún día, de repente,
aparece, me lo ponen delante y antes de dejar este mundo, me decido a volver.
P: Su trayectoria es
impresionante en todas las facetas, pero siempre hay algo que se tiene en el
horizonte, algo que sería el cenit, aquello que mayor ilusión hace. En su caso
¿Cuál sería?
R: Pues, mira, igual te sorprende
esta respuesta pero algo que me haría mucha ilusión que ocurriera en un futuro,
y ojalá sea lo más cercano posible, no tiene
que ver, estrictamente, con mi profesión, aunque yo sí lo vínculo con la creación, y es
que hace muchos años que me dedico también a crear formatos para televisión.
Junto a un compañero, he desarrollado varios programas concursos, docushow, también ficción, series… pues digamos, que
una de las cosas que más me gustarían de este mundo, es poder ver alguno de
esos programas que he ideado, que hemos ideado, que hemos creado, que hemos
elaborado, poder verlo en la televisión.
Para mí sería, hoy por hoy, lo que más me llenaría de felicidad y de orgullo.
P: El teatro, ahora más que
nunca, necesita de los espectadores ¿Qué les diría para animarles a acudir a
los teatros? y ¿para que se aventuren en
él y aprendan a amarlo?
R: Bueno, realmente el que va al
teatro sabe exactamente que se va a encontrar, que es algo absolutamente
mágico, algo que no te puede dar ni el cine ni la televisión. Esa proximidad,
la cercanía con el actor, ese vivir en directo el suceso, es algo absolutamente
extraordinario. Y además saber que, cada día, esa función, a pesar de ser la
misma, es distinta y el día que vayamos esos actores están haciendo la función
para nosotros. Hace muchísimos años, una
de mis obras “Continuidad de los parques” que yo dirigí, tenía entre el elenco
algunos compañeros míos del comisario: Joaquín Climent, Fernando Andina, Patxi
Freytez , Víctor Clavijo también Darío Paso… a ese montaje, cierto día en el
Talía, donde lo representábamos, un grupo de chavales jóvenes fueron a verla.
Básicamente, lo hicieron porque querían ver a alguno de sus ídolos, creo que en
ese caso concreto era Fernando Andina, pues fue muy emocionante como a la
salida se acercaron todos a saludarle y la frase que decían es “nunca habíamos
ido al teatro. Hemos venido para verte a ti y nos ha fascinado, nos ha
encantado” De alguna manera se sentían motivados para volver. Yo creo que el
teatro es un lugar mágico, y desde luego en la época en la que estamos
viviendo, es un lugar completamente seguro, no habido ningún contagio
procedente de ningún evento teatral. Así que lo mejor para esta época oscura es
la luz del teatro
De nuevo le doy las gracias por
haberme atendido con tanta amabilidad, ojalá que veamos muy pronto algunas de
sus creaciones en televisión para poder disfrutarlas. Y si me permite, me
gustaría acabar destacando dos notas que usted ha comentado: la primera la
importancia de leer, pero sobre todo de leer teatro y la segunda y principal:
hay que ir al teatro porque es seguro y porque es luz en una época oscura.