A nadie, que haya leído este blog, le extrañará si digo que los actores/actrices argentinos me parecen de los mejores, su naturalidad es envidiable (y muy trabajada). Así que, ir al Teatro Luchana a ver "Doble o nada" era de obligado cumplimiento. Es una obra Argentina, muy premiada, escrita por Sabina Berman e interpretada por Miguel Ángel Solá que es una de mis debilidades argentinas. La apuesta era grande, y buena, así que no podía rechazarla.
La sinopsis es sencilla en apariencia. El director de un importante medio de comunicación deja su puesto, ha de elegir en manos de quién lo hace, dos candidatos: una mujer y un hombre.
El texto es engañoso, empieza de forma lenta, nos muestra la conversación entre el director y una joven subdirectora. Aparentemente, hay un juego, de palabras, sexual...pero al final, hay un giro inesperado que nos muestra lo que realmente quiere desde el primer momento: mostrarnos que somos capaces de hacer por lo que queremos conseguir, por lo que ambicionamos. Y, realmente, da igual que seas mujer u hombre, podemos hacer lo mejor, y lo peor, cualquiera de ambos sexos.
La dirección de Quique Quintanilla, que nos dejó no hace mucho, es muy buena. Entiende el texto, entiende a los actores...y los lleva hacia ese final con naturalidad y midiendo los tiempos.
En cuanto a las interpretaciones, Paula Cancio está perfecta, medida y energética. Mantiene la mirada a Miguel Ángel Solá sin pestañear. Es algo muy difícil de lograr, y lo hace.
Miguel Ángel Solá, que puedo decir de quién me tiene fascinada con su naturalidad. De quién, sin aparente esfuerzo, hace que su interpretación sea para ti, porque te habla a ti. La preparación, que hay detrás, es enorme, pero no la notas. Es un actor de los que te marcan en todas sus interpretaciones.
Estarán en el mes de septiembre y octubre en el Luchana. Yo les ánimo a ir porque disfrutarán, porque es un sitio seguro y porque lo que se vive en un teatro es mágico.