sábado, 13 de octubre de 2018

DE SER INFIEL... A NO TE VISTAS PARA CENAR

Voy hacer un ejercicio del ayer y del hoy. Me explico.

Sobre 2012 entendí, realmente, lo que era un vodevil (de forma tardía quizás), género del que siempre he oído "fue inventado por los franceses, lo escriben los ingleses y lo interpretan muy bien los españoles"

El citado año vi "Se infiel y no mires con quién" de Ray Cooney, éxito de los 70, que protagonizó Pedro Osinaga, con un récord de 17 temporadas en cartel. Por edad no lo pude ver.

Tuve suerte y, como ya he dicho, en el 2012 lo subieron de nuevo a las tablas en el Teatro Nuevo Apolo.

La sipnosis es complicada, como buen vodevil, lo importante son las falsas apariencias, los malos entendidos, las confusiones y todo con un ritmo rapidísimo.

Los actores estuvieron maravillosos, es importante que exista una gran comunión entre ellos porque una sola equivocación y todo se puede venir abajo.

Fernando Albizu interpretó el papel de Pedro Osinaga, estoy segura que no tuvo nada que envidiarle.


He anunciado en el título otro vodevil "No te vistas para cenar" ¿Por qué están unidos en mi memoria ambos? Porque tienen algo en común, además del género teatral, una maravillosa actriz Isabel Gaudí


   

De "No te vistas para cenar" ya he hablado en otra entrada. Y, como ya dije, es un vodevil muy divertido, de ritmo frenético, de una dirección perfecta, y de una interpretación por parte de José Saiz, Isabel Gaudí, Paula Bares, Helena Font y Alberto Vázquez, medida y con una química difícil de igualar.


Sus entradas y salidas, sus rápidas respuestas, el ritmo que imprimen a la obra, es el mecanismo perfecto para conseguir las carcajadas de un público, entregado, desde la primera línea del texto.

Yo he tenido la suerte de verla en Valladolid, con el Teatro Zorrilla abarrotado y aplaudiendo a rabiar. Pero, me gustaría anunciar que a partir del 26 de octubre hasta el 2 de diciembre están, de nuevo , en Valencia, en el teatro Flumen.

Así que ya sabéis si queréis descubrir que es el vodevil (no tardéis tanto como yo), en Valencia, os esperan, vestidos o sin vestir, para cenar.