domingo, 28 de mayo de 2017

DE ALEJANDRO CASONA Y GARCIA LORCA

Cuando mi pasión por el teatro aún no estaba tan definida fui a ver, interpretada por un grupo de aficionados, " La barca sin pescador" de Alejandro Casona.
La verdad fue que salí bastante desencantada. No sé si fue la obra, el montaje...

Después hablándolo con mi tía Catalina, (que estudió teatro infantil con los grandes: Francisco Nieva, García Pavón, Carlos Aladro, Ricardo Domenech que le explicó Teoría del teatro y al que recuerda con especial cariño, Maruja López de improvisación y Manuel Dicenta que le enseñó a decir el verso) me dijo que es muy importante saber el potencial que tienes para elegir la obra a interpretar porque es posible que si no la quemes y también a los intérpretes y a los espectadores. Como siempre llevaba razón.

 Pasados algunos años, más concretamente en 1986, fui a ver "Los árboles mueren de pie" del mismo autor. La obra tiene una temática aparentemente sencilla: dos ancianos que esperan la llegada de su nieto, el barco sufre un accidente y el anciano contrata a dos personas (que tienen una agencia para hacer felices a las personas) para que se hagan pasar por su nieto y su esposa. La anciana es feliz hasta que aparece el nieto verdadero, que no es precisamente un angelito. La abuela se enfrenta a él y lo echa de casa. Y como los árboles, aguanta de pie, aunque esté muerta por dentro, para que la pareja que le ha ayudado se marchen pensando que todo está bien.

La interpretación fue muy buena, repetí con Teofilo Calle como el anciano. El montaje sobrio pero adecuado.

Pero lo que realmente conseguí fue conocer mejor al autor. Encontré un Alejandro Casona poético que me recordó a García Lorca, pero con una diferencia: en Casona, conocemos momentos de las personas duros, tristes, pero quienes se enfrentan a estas situaciones quieren sobrevivir; aunque sea rotos (como la anciana de esta obra) continúan adelante, la mayoría de las veces lo hacen por los demás, pero avanzan.

En García Lorca, hay personajes valientes, que se quieren enfrentar a situaciones injustas. Un ejemplo muy claro lo vemos en "La Casa de Bernarda Alba" donde Adela no quiere aceptar la situación, porque no es justo lo que su madre, por las apariencias, hace con ella y sus hermanas, y lo que ello les hace sentir. Pero prefiere suicidarse para escapar en lugar de enfrentarse y vivir.

En ambos casos los personajes quieren que su entorno cambie, pero uno cierra los ojos e intenta avanzar y el otro huye, simplemente, cerrando los ojos para siempre.

Gracias a un buen montaje pude conocer a un gran autor. Mi tía llevaba razón y la visión que tenía de Alejandro Casona, pasó a ser la que se merecía.

La foto es del Centro de Documentación Teatral

viernes, 26 de mayo de 2017

LOS OCHENTA SON NUESTROS

Cuando creces con series como "Anillos de Oro" o "Segunda Enseñanza" el nombre de Ana Diosdado te es muy familiar. 
Así que cuando, al Teatro Montemar de Baeza, llega una obra que se llama "Los ochenta son nuestros" de la mencionada autora, todos los hermanos nos apuntamos para verla. Corría más o menos el año 1988.

Paseando esa tarde, observé dos coches que se paraban en lugar extraño, y de ellos descendían los actores de la obra que esa noche íbamos a ver. Se bajaron derechos a tomar algo fresquito, era una tarde de verano y hacía mucho calor. Tampoco recuerdo que hacía yo con ese calor dando vueltas, pero eso será otra historia.

Sabía que era de mala educación pero me quedé un rato mirando desde lejos, eso sí intentando disimular. No debí hacerlo muy bien porque Luis Merlo me sonrió. Creo que hay nació una admiración sincera, "que tío más majo" pensé y luego me marché a la carrera.

Por la noche vivimos una obra que nos entusiasmo, sobre todo a mi hermana mayor y a mi. Hemos hablado mucho de ella, de como hemos visto crecer y madurar, como profesionales, a los actores que subieron esa noche a las tablas como al propio Luis Merlo, Lidia Bosch, Amparo Larrañaga, Iñaki Miramón...hasta ser los artistas que actualmente llenan los escenarios.



Hace un par de años volvieron a representarla. Eran otros los actores y también nuestras edades pero allí que nos fuimos de nuevo, esta vez acompañadas por mis sobrinas. La vimos con otros ojos, con los de dos personas que ya habían madurado, pero que recordaban con cariño la obra, los conflictos que Ana Diosdado trataba en ella nos pillaban un poco lejos, pero nos tocó los recuerdos del corazón.

Por otro lado la admiración por Luis Merlo nació la noche que lo vi en las tablas del Montemar. Esa fue la primera vez que interpretó "para mí" pero no fué la última. Han existido muchas más oportunidades, de las que hablaré, pero digamos que "la última", y estoy segura que tampoco lo será, es "El test" de Jordi Vallejo.

No quiero destriparlo, así que sólo diré que si estáis con amigos no propongáis juegos si no estáis dispuestos a llegar hasta el final y a veces aún queriendo es mejor no proponer. Y añado que no os la perdáis, los cuatro Luis Merlo, Antonio Molero, Maru Valdivieso e Itziar Atienza están geniales. Sales feliz e intentando contestar el test

PD: gracias Luis por tu amabilidad y sigues siendo un tío muy majo 

lunes, 22 de mayo de 2017

EL TRAGALUZ

Cuando hablé de "El concierto de San Ovidio", ya dije que Buero Vallejo se convirtió en mi autor de cabecera, por lo que he ido a ver varias obras.

En 1997 visité el teatro Maravillas para disfrutar de "El tragaluz", que protagonizaban Juan Gea y Juan Ribó, entre otros.

En esta obra hay un personaje que nunca aparece, que sólo se nombra,  pero sin él, no hubieran podido existir el resto: el de la hija fallecida por el hambre. Ella es el centro de las culpas, remordimientos y no vivir del resto de los personajes.

 Dos hermanos, el mayor un triunfador, el menor viviendo con una madre, que simula alegría aunque su corazón esté partido y un padre, demenciado, que sólo piensa en trenes. Todos presididos por un tragaluz, que representa en ocasiones la vida y otras el tren.

¿Qué sucedió en el tren?, buena pregunta. Toda la familia intenta huir hacía otro lugar, estamos en la guerra civil, pero sólo uno sube al tren, el hermano mayor, y lo hace con la poca comida que tienen. Su hermana, un bebé, morirá de hambre por ese motivo.



Existe también, una historia de amor y desamor de los dos hermanos con una mujer, que, finalmente se quedará con el pequeño aunque está embarazada del mayor.

Pero, si hubo una escena, que me estremeció, fue la del hermano mayor confesando a su padre, que huyó con la comida y que sólo pensó en él, que no le importó nada más.

Esta escena que protagoniza Juan Gea, que interpreta al huido en el tren y Teofilo Calle, su padre, me pusieron la carne de gallina.

Había leído "El tragaluz" e imaginado, muchas veces, la escena pero verla fue...escalofriante.

Esa necesidad de confesar un pecado, a pesar de que no te entiendan...Juan Gea lo bordó. Trasmitió la culpa de forma magistral, la necesidad de que su padre le perdonase...Aunque eso no sucede, ya que su padre lo mata, no lo perdona. Teofilo Calle como el padre que logra retornar de su locura para comprender y no perdonar...Buf!

Siempre que hable de Buero, hablaré de drama, de la búsqueda que el hombre hace de su camino, de sentimientos... de Buero Vallejo.

jueves, 18 de mayo de 2017

EL ALCALDE DE ZALAMEA 1988-EL ALCALDE DE ZALAMEA 2015

Bien sigamos con más obras. 

En 1988 fui a ver un clásico: "El alcalde de Zalamea". Tengo que decir, que cuando comencé a ver teatro clásico me quejé bastante: "no voy a entender nada, hablan diferente..." mi tía Catalina me decía "eso será el primer minuto, luego el oído se hace" ¡oye, que llevaba razón!

Pues, a ver la obra que fuimos al teatro de la Comedia.

Casi todos conocemos la historia: un capitán secuestra y ultraja a la hija de Pedro Crespo. Éste suplica que se case con ella y ante su negativa, cuando Pedro es elegido alcalde, juzga y manda matar al capitán. Cuando el rey Felipe (segundo, no nos equivoquemos) se entera, ratifica la condena y lo nombra alcalde perpetuo.

El montaje fue sencillo, lo que nos invitaba a centrarnos más en los personajes, en la historia que se narraba. Historia que no está tan alejada de nosotros como quisiéramos pensar, hay sentimientos que tendremos en el XVII y en el XXI, defender el honor humano.

Foto del Centro de Documentación Teatral
Jesús Puente fue un Pedro Crespo de diez, llegaba con facilidad al dolor que ese padre tenía por su hija, por esa burla y humillación.
Juan Gea fue un Capitán duro y burlón con los sentimientos del padre. Realmente consiguió que no sintiéramos pena por su ajusticiamiento.
Y así todos los actores y actrices en sus personajes.
El aplauso fue muy merecido

Posteriormente, la volví a ver, en el 2015, en en el mismo teatro, con la misma compañía CNTC.
Se dirimía lo mismo la justicia dentro de una injusticia.

He de decir que el teatro estaba recién reformado y por lo tanto se podía hacer, desde un punto de vista escenográfico, lo que se quisiera, quedó formidable la reforma.
Fue una adaptación diferente, donde Carmelo Gómez como Pedro Crespo me encantó. Tenía una fuerza brutal y a la vez ternura. El verso lo recitaba como pocos en estos últimos años.



En resumen, vi dos veces "El alcalde de Zalamea" pero curiosamente a un solo Calderón de la Barca y eso creo que es la mejor crítica ¿o no?

domingo, 14 de mayo de 2017

DE INTÉRPRETES ARGENTINOS

Hay una película de un joven Fernando Fernán Gómez de la que sólo recuerdo un detalle. El era un chico que se va a casar, y pasa por muchos trabajos y todos, en opinión de sus compañeros y jefes, los hace bien. La explicación que dan es muy sencilla: cómo no la va hacer bien ¡si es abogado!

Bueno, pues algo parecido me pasa a mi con los actores/actrices argentinos.
Su naturalidad, su fuerza...me dejan con la boca abierta.

El primer actor argentino que tengo en mente, y creo que eso es algo que nos pasa a muchos, es Héctor Alterio, en televisión y en cine lo había visto, pero en teatro lo pude ver, por primera vez, en 2009, junto a otro grande, José Sacristán en el teatro Fernando Fernán Gómez. La obra "Dos menos" de Samuel Benchetrit.  Nos llevaron de su mano por diferentes sentimientos, la necesidad de dos moribundos de ahondar en los sueños y afectos del hombre.

Al principio, pensaba que era característica sólo de este actor, pero para mi sorpresa cuando he vuelto a ver interpretes argentinos he sentido lo mismo.


En el "Diario de Adán y Eva" Miguel Ángel Solá no es que se salga, es que lo que te hace sentir es difícilmente explicable. El texto es maravilloso pero él lo hace sublime. Los sentimientos iban al escenario y volvían multiplicados. Añado que Blanca Oteyza no se quedó atrás y que hicieron una pareja perfecta.

Otro ejemplo, porque la primera vez que lo vi sobre un escenario me enamoró, es Daniel Freire. Fue viendo la obra "Bent" y verle interpretar con esa naturalidad, con esa fuerza...tenía la sensación de que sólo lo hacía para mí. Hace lo difícil tan sencillo, que cada interpretación que le ves es única.

Por supuesto hay muchos más como Ricardo Darín, Federico Luppi o la actriz Norma Aleandro, en todos y cada uno de ellos he podido ver algo que tienen de forma natural, quizás lo dé la tierra, no lo sé, pero su fuerza, su saber llegar...Lo he visto pocas veces.

miércoles, 10 de mayo de 2017

12 HOMBRES SIN PIEDAD O ¿12 MUJERES?

Ya he hablado de Estudio 1, lugar donde, en la televisión, se vivía el teatro.

En 1973 emitieron "12 hombres sin piedad" dirigida por Gustavo Pérez Puig. En ese año yo no sabía ni donde tenía las manos, así que la disfrute pasado bastante tiempo.
La historia es sencilla 12 hombres han de llegar a un veredicto de inocente o culpable, la culpabilidad significa la pena de muerte (transcurre en Estados Unidos)
Cada uno de esos hombres, que siempre serán números, se enfrenta a la situación, no necesariamente desde los hechos, en su mayoría lo hacen desde sus sentimientos.

Los actores que lo interpretaron fueron, en orden numérico del 1 al 12: Jesús Puente, Pedro Osinaga, José Bodalo, Luis Prendes, Manuel Alexandre, Antonio Casal, Sancho Gracia, Carlos Lemos, José María Rodero, Ismael Merlo, Fernando Delgado y Rafael Alonso. Lo mejor del momento.
El enfrentamiento entre Bodalo y Rodero, desde sus personajes, para mí fue emocionante.







En el año 2001 pude ver la obra en el teatro Fígaro de Madrid. Fui con mucha ilusión, el texto me encantaba y la posibilidad de volver a ver a Fernando Delgado en ella, me llevaba feliz. Además, tenía un difícil reto, ser el jurado número tres, el que José Bodalo dejó muy alto con su interpretación, y Fernando consiguió mirarlo a los ojos con tranquilidad. Actores diferentes, actuaciones diferentes pero, en mi, consiguieron la misma emoción.

Pero me van a permitir hacer, como dicen en el teatro, un ejercicio de improvisación, o mejor dicho de dirección. Voy a crear "12 mujeres sin piedad"
Con su permiso citaré a las 12 que me gustarían, si eso fuese posible, que se pusiesen a mis órdenes.

Jurado 1 Natalia Millán
Jurado 2 Luisa Martín
Jurado 3 Irene Gutiérrez Caba
Jurado 4 Anabel Alonso
Jurado 5 Aura Garrido
Jurado 6 Adriana Ozores
Jurado 7 Blanca Portillo
Jurado 8 Julia Gutiérrez Caba
Jurado 9  Amparo Baró
Jurado 10 María Casal
Jurado 11Silvia Marsó
Jurado 12 Verónica Forque

Si alguno que lea esta entrada tiene una idea diferente, a esta 12 maravillosas actrices, estaré encantada de que me lo indiquen y me hagan otras proposiciones, mientras, pensaré en el placer que sería poder dirigirlas. Ya se que alguna de ellas nos han dejado, nos han dejado solos en este mundo del teatro. Pero afortunadamente, eso no impide que el ejercicio de improvisación que en mi cabeza yo realizo me haga feliz y que allí, todas vivan junto a mi admiración.

Y si alguien se anima a intentarlo verá que son 12 grandes interpretaciones y disfrutará tanto como con la original.

No es locura, es improvisación e imaginación

domingo, 7 de mayo de 2017

DE MAMMA MIA! Y LA JAULA DE GRILLOS

Hoy es el día de la madre así que en su homenaje vamos a cambiar de siglo, nos encontramos en 2005, en el centro de Madrid más exactamente el teatro Lope de Vega. Estaba a punto de entrar a ver "¡Mamma mía!"

Tengo que reconocer que no iba muy animada, me habían dicho que fuera, que iba a disfrutar pero aún así...
Conocía el grupo ABBA como mucha gente, crecí con sus canciones, una de mis hermanas siempre destrozó con mucha elegancia"Chiquitita", por lo que la parte musical la tenía al menos conocida, pero aún así...

Cuando apagaron las luces yo seguía...Cuando las encendieron yo estaba cantando y volando por el teatro, bueno yo y todo el que estaba alli.
Nina, Alberto Vázquez, Marta Valverde, Bruno Squarcia...Consiguieron, lo que yo pensé no era posible, que me lo pasase genial y saliese queriendo repetir.
Por cierto "Mamma mía!" ha vuelto al teatro Coliseum con Nina así que corred a verlo, a repetir o a disfrutar por primera vez.


He visto posteriormente más musicales, casi todos de la voz de Alberto Vázquez y he disfrutado de cada uno de ellos.

El último ha sido "La Jaula de Grillos" en el Teatro Amaya de Madrid, desgraciadamente ya terminaron pero en breve comienzan una gira, así que no os lo perdáis si van a vuestras ciudades.

Todos conocemos el argumento, todos, o casi todos, hemos visto la película u otra versión. Pero lo que la dirección de José Sáiz consigue es que, los que habitamos las bútacas, nos sintamos parte del Cabaret, echan abajo la cuarta pared con sus interacciones y ayudados con las risas del público.

También nos emocionamos, las risas se tornan en emoción, cuando Alberto Vázquez canta "Soy como soy", en ese momento las butacas quedan en silencio y ante la última nota, cantada e interpretada de formal magistral, rompen aplaudir, pero el aplauso es diferente, va acompañado con un sentimiento que existe en la piel.

En todos los musicales que he podido ver, escuchar y sentir a Alberto Vázquez ha logrado romper un esteriotipo que yo tenía: quien es cantante no puede ser buen actor y viceversa. Idea quizás creada por las películas que muchos cantantes hicieron y yo vi de niña.

Pues bien, en todos y cada cada uno de ellos Alberto Vázquez me ha demostrado que, quien es artista, lo es, haciendo lo que se proponga. Y en La Jaula hace un máster.


Lo dicho, "La Jaula de Grillos" es una explosión de alegría, bañada con ternura, y que te alegra el día si lo tienes malo y si lo tienes bueno...Pues aún mejor

PD: añado, que a todos los que os gusta Eurovisión, Alberto Vázquez acaba de sacar un CD  "Recordando Eurovisión" donde versiona 11 canciones que te hace pensar en momentos vividos cuando sonaban. Si quereis oir un adelanto pinchar más abajo
https://youtu.be/JMpJGxNYNIg



viernes, 5 de mayo de 2017

EL CONCIERTO DE SAN OVIDIO

Nos vamos a quedar aún en los años ochenta, más concretamente en 1986. En ese año, en el Teatro Español, se representaba "El concierto de San Ovidio" de Antonio Buero Vallejo.

Esta obra es importante para mí por varios motivos. El primero, y soy consciente de que es una mera anécdota​ pero me marcó en cierta forma, ocurrió fuera de la representación, a la mismas puertas del teatro. Llegamos tarde, unos minutos, y no nos dejaban pasar para no molestar, cosa lógica. Mi tía, que se llama Catalina, con una sonrisa de oreja a oreja, una educación y un respeto extremo habló con la taquillera (reconozco que yo estaba muerta de vergüenza, la edad, el pavo...) Esta, a su vez, llamó a un hombre que tras hablar con Catalina un momento nos dejó entrar y nos sentó al final diciéndome con una sonrisa "sin hacer ruido"
 A la salida le pregunté a mi tía si lo conocía y me dijo que no pero que con educación y respeto se podían conseguir, a veces, las cosas y si no era así pues que no pasaba nada. Ese día sólo se quedó en mi mente que conseguimos ver la obra, al cabo de, no muchos años, realmente entendí lo que había aprendido e intento aplicarlo en mi vida.

El segundo fue que por primera vez pude "sentir" una obra trágica. No me asusté, Buero se convirtió en mi autor favorito. En "El concierto de San Ovidio" pude sentir ese desasosiego que siempre acompaña al hombre porque desconoce que es lo que viene hacer a este mundo, siempre hay algo​ que nos limita, que no nos permite avanzar hacia ese entendimiento, en este caso venía reprentada por la ceguera.

Cuando salimos le dije a Catalina " que nosotros éramos los imperfectos, no los que tenían algún problema físico" No recuerdo si me contestó o no lo que estoy segura es que si pensó que me faltaba un hervor para entender a Buero. Y llevaba toda la razón. Posteriormente he visto y leído sus obras. Y destaco dos, una sólo leída "Palabras en la arena" y otra cuya representación me cautivo "El tragaluz". Es curioso Juan Gea trabajó en la primera que me hizo conocer al autor y en esta última donde lo admiré.

Y eso me lleva al tercer motivo, esa noche sobre el escenario se movieron actores y actrices que en ese momento eran referentes como Manuel Tejada y otros que para mí, y para cualquiera que ame el teatro, lo son actualmente como el mencionado Juan Gea o Carlos Hipólito. De ellos dos prometo hablar más adelante porque me han acompañado muchas tardes de teatro​



Las fotos son del Centro de Documentación teatral

miércoles, 3 de mayo de 2017

JOSÉ BÓDALO

La primera entrada siempre da un poquito de miedo, no se sabe cual es la mejor forma de arrancar pero en en mi caso creo que la tenía muy clara desde hace muchos años, aun sin saber que esto sería posible y que podría escribirla.

 En la época del Estudio 1, no el original porque mis años no son tantos (aunque sean ya algunos pocos), sino en las repeticiones o en los homenajes que muchas tardes del sábado la única cadena del momento (RTVE) daba a actores, actrices, autores, directores...vi una obra de teatro "la señorita de Trevelez" de Carlos Arniches. Para quién no conozca la historia (sin destriparla) diré que es la burla a una mujer por parte de personas que se ríen de sus miedos y sus deseos

Hecho el preámbulo añadiré que el actor homenajeado era, para mi un monstruo de la interpretación, José Bódalo. Su composición, en la obra mencionada, de un personaje patético y digno de burlas y la transformación final, de lo que realmente es, un hombre digno de lastima es como poco magistral.

De Bódalo podríamos dar muchos datos biográficos pero creo que este blog no es para eso, que lo que intento trasmitir es lo que yo sentí viéndolo en primer término en la televisión y posteriormente en el teatro, aunque desgraciadamente no tuve todas las oportunidades que hubiese querido por su pronto fallecimiento.

Ver interpretar a José Bódalo cualquier papel era ver la naturalidad andando por el escenario, rara vez he podido sentir como un actor traspasaba baterías y se sentaba junto a mi en la butaca y me llevaba de la mano al escenario. Y lo que es aun más extraño traspasaba la pantalla para hacer exactamente lo mismo. La primera vez que tuve la oportunidad de verlo fue en 1983 en "Tres sombreros de Copa" de Miguel Mihura, y aunque había grandes interpretes sobre el escenario, mi corazón se quedo junto a él.

Quizás a algunos les parezca exagerado, a esos les invito a entrar en la web de RTVE y buscar su nombre en las obras de Estudio 1, sino sienten lo mismo que yo desde el minuto uno, les prometo, les devuelvo su dinero o su tiempo si eso es posible.

DECLARACIÓN DE INTENCIONES (TODAS BUENAS)

Lo que quiero conseguir con este blog es algo muy sencillo, mi vida está muy relacionada con el teatro. He crecido viendo obras de todo tipo, y creo que envejeceré de la misma forma.

 La primera obra, que puedo llamar como tal, que conservo en mi retina fue La Zapatera Prodigiosa de Federíco García Lorca. Mi tía (de la que hablaré más adelante ya que se merece entrada a parte) me llevó casi a la fuerza, yo no quería ir porque me sonaba,quizás por el título, que la obra era para niños, la paciencia de la que hizo gala fue encomiable. Cuando se apagaron las luces me dijo, algo que cada vez que el telón sube y las luces se marchan recuerdo, "déjate llevar por la magia" Eso es lo que he hecho desde entonces dejarme llevar por una magia que sólo he podido encontrar entre las paredes de un teatro.

Me gustaría que me acompañasen en mi caminar de la mano de Talia. En ocasiones iremos hacia delante y otras hacia atrás e incluso en círculos, posiblemente lo único que tengan en común estas obras sea que yo he formado parte de ellas como espectadora, en ocasiones más de una vez.

Encontraremos comedia, vodevil, drama, musicales...de algunos habrá pasado ya algunos (por no decir muchos) años, otros estarán aun en cartel pero os puedo asegurar que todos y cada uno de ellos ya forman parte de mi vida. ARRIBA EL TELÓN