viernes, 31 de mayo de 2019

DE ISABEL GAUDI

Lo primero de todo es dar las gracias a nuestra entrevistada porque su amabilidad me ha permitido retomar las conversaciones en este blog.

Muchos la conoceréis por el personaje que interpretó en "Ana y los 7", Sharon, la mejor amiga de Ana, con esta pista estoy segura que vuestros recuerdos os han guiado hasta Isabel Gaudí. Este papel la popularizó y fue nominada a los Premios de la Unión de Actores en el 2004. 

Pero no es la única serie donde Isabel nos ha acompañado, sí es, la que le hizo popular, pero la hemos podido ver en "Compañeros", "Ellas y el sexo débil", "Cuéntame", por citar unas pocas.

Hablar con Isabel es conocer a una mujer apasionada por su profesión, porque han de saber que no sólo actúa, también escribe, la obra "Una casa sin techo" es un buen y bonito ejemplo. Añado, no sin cierta envidia, ya que ha realizado uno de mis sueños, que es fundadora de la compañía de teatro Micomicón. Si tuviera que resumir, diría que Isabel es una perfecta, todo terreno en el difícil mundo de las artes escénicas.




Imagen cedida por Isabel Gaudi
Realizada por Javier Mantrana
La primera vez que la vi, sobre las tablas, fue en la obra "Llama a un inspector" en el año 1994, junto a Fernando Guillen. Pero no fui consciente, realmente, de su fuerza sobre el escenario hasta que la vi de nuevo, en "La dama del abanico azul" en el año 2008 o 2009. Y digo bien, fuerza, porque si algo puedo decir de Isabel Gaudí es, que cuando ella se sube a un escenario, lo que trasmite es tan bonito, que además de transportarte donde ella quiere, traspasa las baterías con tanta fuerza que consigue que el espectador imagine, se divierta, llore...sueñe.


En el año 2012, con "Se infiel y no mires con quién" aprendí, con ella, muy bien lo que era el vodevil. Actualmente, interpreta "No te vistas para cenar", otro divertidísimo vodevil donde borda a una maravillosa cocinera, y donde las carcajadas son la guía perfecta entre los espectadores y el escenario.


Isabel antes de hacerle la primera pregunta, me gustaría agradecerle que me haya concedido algo tan valioso, su tiempo. 

P: ¿Desde cuándo tenía usted el gusanillo de la interpretación? ¿cuándo decidió dar el paso profesional? En su familia no había antecedentes artísticos ¿Qué tal se lo tomaron?

R: Siempre he tenido el gusanillo de la interpretación. No tengo conciencia de querer ser otra cosa de lo que soy; Actriz. De pequeña era algo que descolocaba mucho a mis padres porque yo no tengo antecedentes familiares. Bueno mi padre tocaba el tambor de niño en las fiestas de su pueblo. El bromea con la idea de que tal vez “lo mío”, como él lo llama, venga de ahí. Mi abuelo y yo escuchábamos a Lola Flores en un pequeño tocadiscos que compró. Él si me decía que yo sería artista porque la vida es mucho más rica cuando uno la vive con arte. Esos son mis antecedentes. Pero mis padres siempre confiaron en que fueran cosas de niña. Cuando termine el colegio y les propuse estudiar Interpretación les dio, literalmente un pasmo. Lo llevaron como pudieron.

P: Admiro, y mucho, a los actores y actrices todo terreno, como es su caso, capaz de interpretar, cantar, bailar ¿cómo se logra alcanzarlo todo? y lo que es más difícil ¿Cómo se consigue hacerlo todo bien?

R: ¡Gracias! Yo creo que lo que más me cuesta es bailar. Creo que hay que formarse. El talento se tiene pero después hay que pulirlo,  desarrollarlo, hacerlo crecer.  Yo trabajo mucho mis personajes. La base es siempre intuitiva y emocional pero soy muy técnica y minuciosa.

P: En muchas ocasiones las actrices se quejan, y con razón, de que hay menos papeles interesantes para ellas que para los actores ¿usted lo ha notado así o cree que afortunadamente la cosa va cambiando?

R: Creo que ha sido así durante mucho tiempo pero afortunadamente las cosas van cambiando. Un  porcentaje muy alto de los  consumidores de cultura son mujeres y esto hace que la industria se preocupe por hacer productos dirigidos a ellas. Nos ayuda también todo el movimiento femenino de estos tiempos, tan necesario.  Ahora las protagonistas de las historias son las mujeres. Las mujeres de más de 45 años sí notamos un descenso en la oferta de trabajo audiovisual. Desgraciadamente hay una franja entre los 45 y los 55 en la que  somos casi invisibles. Pocos personajes. Espero que esto  también cambie porque el poder adquisitivo del público femenino esta en esa franja de edad y quieren ver reflejados sus problemas y sus vivencias.

P: Usted ha trabajado en cine, televisión, teatro ¿dónde disfruta más?  Sobre un escenario no hay red de seguridad ¿qué capacidades debe tener alguien que se sube a un escenario que en las otras disciplinas no son necesarias?

R: Sinceramente creo que cada disciplina tiene sus dificultades. Yo disfruto por igual cada una de ellas porque soy consciente de las ventajas y desventajas que cada una de ellas tiene.
El escenario es verdad que te expone directamente al público, no hay red. Lo que pasa es presente absoluto y la conexión con el público debe producirse o el espectáculo se pierde, no llega al que lo ve y no recibe nada. Es un vértigo maravilloso. Es entrega absoluta a esa corriente energética que te llega del patio de butacas. Pero hay un proceso de ensayo en el que una obra se va cociendo a fuego lento. Se hace equipo. Esto es muy importante y en TV y Cine no se da con esa intensidad y con el tiempo necesario. Creo que para el escenario se necesita fuerza, vigor, proyección, entrega y fe. Pero todo esto es necesario también en TV donde la velocidad de grabación te obliga a no fallar, a ser preciso, rápido y concreto porque ese trabajo, la mayoría de las veces poco ensayado, se quedara ahí para el resto de tu vida. En Teatro tienes la oportunidad de crecer. Cada día es una obra nueva. Pero en imagen quedará ahí para siempre. En Cine y en TV la historia no se graba o no se rueda en el orden cronológico en la que sucede, y esto te obliga a tener un trabajo previo muy profundo, intenso, técnico e inteligente para que tu trabajo brille. Creo que cada de una de nuestras disciplinas tiene una técnica muy diferente que hay que dominar para que tu trabajo sea el mejor posible. Para mí no hay uno mejor que otro porque cada uno de ellos me ha obligado a desarrollar habilidades diferentes.


Imagen cedida por Isabel Gaudí
Realizada por Javier Mantrana
P: De todas las obras que ha interpretado, de todos los directores con los que ha trabajado ¿recuerda alguna de forma especial? ¿Repetiría con alguno sin dudarlo?

R: “Llama un inspector” de JB. Priestley  es una de las obras más importantes de mi carrera tanto por el momento vital en la que la interprete, como por todo lo que supuso profesionalmente. Pero hay muchas en mi recuerdo; “Los Melindres de Belisa” cuando fundamos la compañía Micomicón,  Doña Rosita la soltera; por poder trabajar con José Tamayo… “Algún día trabajaremos juntas”, compartir escenario con María Asquerino, Genma Cuervo, Encarna Paso y Alicia Hermida. Muchas obras. ¿Y repetir? con todos y cada uno de los directores con los que he trabajado.

P: Desde que tengo uso de razón, siempre he oído “el teatro está en crisis" pero yo siempre lo he sentido muy vivo. ¿Qué le diría a los espectadores, que no acuden al teatro, para animarlos a formar parte de él? Para que conocieran este mundo

R: Es verdad, siempre estamos igual. Creo que la palabra crisis va unida siempre al teatro,  y que se va modificando según el tiempo y la época. Yo le diría a ese espectador dudoso que el teatro es un espectáculo vivo, una historia que se hace ese día especialmente para cada uno de los espectadores del patio de butacas. Nada es comparable y nadie verá lo que él vio ese día porque cada día la función es única e irrepetible.  Mi consejo para alguien que va por primera vez al teatro es que elija una función que se ajuste a su gusto, a lo que necesite en ese momento. Comedia, drama o ambas cosas. Y que pregunte, que alguien le recomiende. Que no vea cualquier cosa. Porque esa primera vez, o te engancha o te echa para siempre.

P: "En maravilloso fue volver" interpreta a una grande, Lina Morgan, añado que de forma magistral. Se oye en el patio de butacas continuamente "es que es ella" Lograr algo así lleva mucho trabajo, aunque aparentemente no se note ¿qué es lo más fácil y lo más difícil de traer a la memoria a esta gran actriz? ¿Cómo se preparó para conseguir ese grado de paralelismo?

R: Yo soy cómica. Pero una cómica distinta a Lina Morgan. Vi sus obras muchas, muchas, muchas veces. Trabajo muy técnico. Pero más allá de imitar sus movimientos, sus bailes, su voz, su manera de hablar o de cantar… lo que yo quería era llevar al escenario su alma. Que la gente borrara mi cara para ver la suya. Que se olvidara de que soy Isabel Gaudí y viera realmente a Lina Morgan. Mucho estudio, mucha confianza en lo que ambas tenemos en común; la comedia, y olvidarme de mi para dejar que su energía llenara cada tarde el escenario del Teatro Flumen.

P: Usted es profesora de comedia en Central de Cine ¿qué diferencias encuentra en los jóvenes, a los que forma, con usted cuando comenzó en este mundo? ¿Piensa que actualmente lo tienen más fácil, que tienen más oportunidades?

R: La mayor diferencia es que ahora  los jóvenes se forman básicamente para imagen. Cuando yo empecé la formación era teatral  porque entonces no teníamos tanto trabajo en televisión o cine, era el Teatro. Ahora hay mucha más oferta en imagen y los jóvenes se forman con ese objetivo. Han crecido en un mundo audiovisual, han crecido en el cine, con la tv y enfocan en esos ámbitos. Complementan después con la formación teatral. No sé si ahora es más fácil que antes. Es una pregunta que cada uno de ellos te contestaría según le esté yendo profesionalmente. Eso era así en mis inicios, lo es ahora y lo será siempre. Creo que ahora hay más oferta, más amplitud con las TV y el cine, se produce mucho y hay mucho trabajo. La juventud está muy valorada y se escriben muchas historias con ellos como protagonistas. Hay muchas oportunidades, pero también hay muchos actores jóvenes y muy buenos.
Me encanta dar clases en Central de Cine. Mi especialidad es la comedia. Me llena de gratitud y emoción enseñar a jóvenes actores y descubrir que tienen el mismo amor, entrega y dedicación a esta maravillosa profesión que yo.  Que sus veintitantos y mis cincuenta años son lo mismo. Sé que nunca desaparecerá. Ellos están ahí demostrándomelo en cada clase. Yo les estoy muy agradecida por ello. Ese amor y esa entrega no tienen edad y me llena de felicidad.

P: Durante todo el mes de junio va a estar en el teatro Amaya en Madrid con "No te vistas para cenar" doy fe de lo divertida que es y de lo magníficos que están todos. Así que le pido para terminar que anime a los lectores para que vayan a verla y pasen dos horas de pura diversión

R: Es pura comedia y diversión. Se van a evadir y a reír mucho, incluso a su pesar. Es una obra perfecta para alguien que quiera empezar a ver teatro. Una comedia muy bien escrita, donde todo encaja a la perfección, y aunque este mal que yo lo diga, muy bien interpretada. Si vienen, repetirán, y desde luego la recomendarán a sus amigos porque “No te vistas para cenar” es un valor seguro.

Pues, ya lo saben ustedes desde el 31 de mayo hasta el 13 de julio tienen una cita con Isabel, y todos sus compañeros, los viernes y sábados a las 22 horas en el Teatro Amaya. "No te vistas para cenar" les espera para darles dos horas de diversión. Creo que, actualmente, es de las mejores propuestas que nadie les puede hacer y más si invita a verla una gran cómica como Isabel Gaudi.

Gracias Isabel por permitir que conozca a la maravillosa persona que hay detrás de una gran actriz.




viernes, 24 de mayo de 2019

DE MIS ANÉCDOTAS EN EL TEATRO


En esta entrada, quiero contar alguna cosilla que me ha sucedido cuando he ido al teatro. Como todo lo que sucede en la vida, hay cosas no muy agradables (pero que se olvidan) Sucesos que me han tocado el alma de forma especial, por maravillosos y que jamás olvidaré, en este punto tengo que dar las gracias a grandes como María Casal y Alberto Vázquez porque son muy culpables de este fabuloso sentimiento. Y también, hay situaciones divertidas, que serán en las que nos vamos a a centrar.

Voy a contar dos, para mi de las más divertidas. En ambas, está mi tía formando parte del reparto, ya os he hablado de ella. Añado, en mi defensa, que yo era adolescente y tímida así que...

La primera ocurrió cuando fuimos a ver "El concierto de San Ovidio", en el Teatro Español, año 1986. Explicado esto, comienzo.

Allí que fuimos mi hermana, mi tía y yo, llegamos tarde, un par de minutos, pero la obra había empezado. Y en ese momento comenzó ante mi una de las mejores interpretaciones que he visto,  fue en la calle, fue la de mi tía. Empezó con la taquillera, "mire que vienen desde lejos para ver la obra, con lo que nos ha costado que pudieran venir..." hablaba con el mundo pero ¡con una pena! Mascullaba más que hablaba, y, para nuestra sorpresa, empezó a surtir efecto. La taquillera, enternecida, llamó a un acomodador, éste le explicó a mi tía que no había nada que hacer. Mi tía: "no se preocupen, pero que pena..." La cara de mi hermana y mía, ya no se si era de no creerlo, era de diversión.., yo creo que parecía que estábamos realmente agobiadas, porque cuando nos íbamos llegó otro acomodador que nos dijo "pasen hay sitio en la última fila, no hagan ruido" Y gracias a mi tía, a sus dotes teatrales y a la bondad de los trabajadores del teatro pudimos pasar. Añado que era cierto que al día siguiente volvíamos a nuestra casa, bastante alejada de la ciudad de Madrid, así que la mentira no era tan grande.



El siguiente suceso tuvo como colaboradora, muy, necesaria a mi madre. Primero nos situamos, año 1989, Teatro Fígaro, obra "Por los pelos" Entramos al patio de butacas, nos indican nuestros asientos y nos sentamos. Hasta aquí todo normal. Observo que delante de nosotros hay un grupo de gente joven, no les presto atención.

Pero mi tía y mi madre comienzan a decirse cosas como "a mi me suena" contesta la otra "y a mi, pero no se de que" yo, mientras, seguía en mi mundo, "creo que deberíamos saludarla porque si nos conoce..." En ese momento se escuchó la última señal acústica para que la gente se sentará y la conversación cesó.

Cuando se encendieron las luces del descanso, decidí ir a estirar un poco las piernas. Pero ellas decidieron quedarse en su asiento, y ese fue mi gran error. Cuando volví, aseguro que tres minutos después, observo que están hablando con una chica de la butaca de delante. Me extraña, pero bueno... Sigo acercándome y es cuando lo entiendo todo: por supuesto que conocían a la chica, pero no por los motivos que ellas creían: era Lidia Bosch

Al acercarme, pude oir la conversación y era la que se mantiene con alguien que sabes que conoces, pero no sabes de que, ambas estaban empeñadas que era la hija de alguna amiga... Pero lo que me sorprendió fue, ver, que Lidia les estaba siguiendo el juego con una educación y cariño que emocionaba. Al ver mi cara, me sonrió, y me murmuró "no pasa nada" No sé si contesté gracias, sino lo hice, sirvan estas líneas para dar mi agradecimiento a una persona que mostró una amabilidad enorme frente a dos desconocidas que no paraban de hablar.

Fue al llegar a casa cuando les explique quien era la persona con la que habían hablado. Mi madre y mi tía dijeron "pues bien simpática que es" Creo que la única que pasó vergüenza fui yo.






viernes, 17 de mayo de 2019

DE MARAVILLOSO FUE VOLVER

Venir a Valencia siempre es un placer, pero venir para ver "Maravilloso fue volver" en el teatro Flumen es... Maravilloso. Perdón por la repetición pero es lo que el público, yo incluida, siente al salir.

¿Cómo lo sé? Fácil, si ves con el cariño que se acercan al photocall para retratarse con los actores y bailarines. Este cariño, tengo que decir, que es recíproco.

En el escenario vemos el color y la fuerza de las revistas de hace años, no hablo de los musicales actuales, sino con los que, la homenajeada, Lina Morgan llenaba La Latina. Lleno que, también se ve a diario en el Flumen.

Permitanme que hable, primeramente, de los que forman la compañía de revista.

Destacar a uno por encima de todos sería injusto.

Paula Bares, la primera vedette, recuerda a todas aquellas que le precedieron, como por ejemplo Esperanza Roy.

José Saiz y Alberto Vázquez son dos galanes cómicos maravillosos, que bien pueden recordar, sin esfuerzo, a dos Antonios, Casal y Ozores.

Isabel Gaudi, es la persona que rinde homenaje a Lina Morgan y puedo decir que es Lina Morgan.

El cuerpo de baile es espectacular.

Pero lo que me ha llegado al alma y ha hecho que me estremezca, es el homenaje que todos ellos hacen a los que, subidos al escenario, nos mostraban La Revista, los que la llevaban por pueblos y ciudades para el disfrute de todos los que llenaban los teatros.

Algunos jamás fueron estrellas, es verdad, algunos que si lo fueron, en su momento, ahora están olvidados. Otros, como Lina Morgan, serán eternos.

Pero gracias a todos, conocidos o no, muchos, amamos el teatro, muchos, conocemos la Revista, muchos, cuando, esta noche, hemos visto bastante de lo que ellos y ellas nos enseñaron, nos hemos emocionado.

Así que id a verla, id a disfrutarla... Saldréis cantando "Maravilloso fue volver" y estoy segura que volveréis más de una vez.

Y si os visitan en vuestras ciudades, llenad el teatro, será un bonito homenaje, que podréis hacer a los que nos divirtieron y divierten: los cómicos y cómicas


domingo, 5 de mayo de 2019

DE LOS MARAVILLOSOS TEATREROS y TEATRERAS

Ayer fui a ver, al Auditorio de Colmenar Viejo, "No te vistas para cenar" invitada por mi hermana y mi cuñado. Si yo me lo pasé genial, ellos se rieron durante las dos horas a carcajadas.

Lo cuento porque analizando la situación, que ahora explicaré, me di cuenta que la profesión "de teatrero" no cambia a pesar del paso del tiempo.

Por lo menos cuatro de los actores (José Saiz, Paula Bares, Alberto Vázquez e Isabel Gaudi) venían de interpretar "Gracias por venir", un homenaje a Lina Morgan en el Teatro Flumen de Valencia, el jueves y el viernes. El sábado en Colmenar interpretan un doblete, de una obra totalmente diferente, y el domingo Valencia, el Teatro Flumen y de nuevo "Gracias por venir"

La situación me recordó a los cómicos, que describió Fernando Fernán Gómez, en la película "Viaje a ninguna parte" Aquellos, que en su cabeza tienen varias obras que interpretan de forma magistral siempre. Que son capaces de subirse a un escenario y mantener su cabeza en la función que en ese momento "toca" a pesar de tener a los mismos compañeros y compañeras delante de diferentes obras.



Desde mi, modesto, punto de vista es admirable. Muchas veces nos cuesta hacer dos cosas a la vez...y ellas y ellos no fallan.

Y como sé que esta noche, y hasta el 26 de mayo, van a estar dándolo todo en "Gracias por venir" en el Flumen, les animo a que vayan a verlos. Les daré dos motivos.

El primero, el teatro está lleno todos los días (y repitiendo los espectadores) y es seguro que la gente de Valencia sabe lo que es bueno.

El segundo, comprobarán todo lo que les he explicado. Interpreten lo que interpreten lo hacen de forma extraordinaria.

Isabel, José, Alberto, Paula y todos los que suben al escenario del Flumen, siempre lo darán todo y es seguro que ustedes saldrán diciendo "Gracias por invitarme a venir"

Pd: durante el mes de junio estarán en el teatro Amaya, en Madrid, con "No te vistas para cenar", tampoco me la perdería