sábado, 2 de noviembre de 2019

DE JUGUETES ROTOS

Hoy he venido al Teatro Español para ver, de nuevo, la obra "Juguetes rotos"  escrita por Carolina Román.

Normalmente comienzo dando una pincelada de la historia, y lo haré, pero con su permiso hoy quiero empezar destacando la interpretación de Nacho Guerreros y Kike Guaza. He de decir que ha sido espectacular. Nacho nos va presentando a Mario hasta dejar vernos a Marian, de una forma progresiva, lentamente pero con una fuerza y naturalidad inmensa. Kike Guaza interpreta varios personajes que acompañan en la vida a Mario, contrasta mucho con la tranquilidad del personaje que interpreta Nacho Guerreros, todos los suyos son pura fuerza, tal y como está Kike en el escenario. Ambos se comprementan, de tal forma, que es imposible imaginar la obra con otros actores. La sala se ha puesto en pie ante ellos.

Carolina Román nos cuenta la historia de Mario, de sus problemas con su padre hasta su marcha del pueblo, para llegar a una Barcelona que será el inicio de su intento de ser quién desea, ayudado por Dorin, su amiga, su hermana...



Nos la cuenta con dulzura, pero no libre de la dureza de la época que les toca vivir, a finales del franquismo donde los transexuales eran atacados y encarcelados. Nos narra el viaje emocional de una persona que ha nacido, no en el momento equivocado, sencillamente diferente a lo que se espera de él, diferente pero más auténtico que muchos de los que le rodean.

Carolina, además de la autora es quién dirige la obra. Lo hace de forma precisa, manejando los tiempos con la misma tranquilidad y naturalidad que tienen los personajes sobre el escenario.

La escenografía, de Alessio Meloni, es sencillamente complicada. El escenario es un palomar, lleno de jaulas caustrofóbicas. Que gracias al juego de luces, creado por David Picazo, se va convirtiendo desde un pueblo cerrado a la gran ciudad de Barcelona. Añado que la música te ayuda y guía en la historia.

"Juguetes rotos" estará en el Español hasta el 10 de noviembre. Vayan a verla, vivirán una tarde de emociones.