domingo, 2 de julio de 2017

DE TODOS ERAN MIS HIJOS

Hoy nos vamos al año 2010, de forma más precisa al Teatro Español.

Teatro al que le tengo gran cariño, porque quizás sea el que más he visitado junto a Catalina, aunque esta vez lo hice con mi hermana mayor.

Lo que vimos "Todos eran mis hijos"

Tenía ilusión en verla por dos motivos:

Por un lado era una obra de Arthur Miller que había leído, pero nunca la había visto representada, y como ya sabéis la imaginación me sirve para montar mis propias obras, pero no es lo mismo.

La sinopsis es la siguiente: nos encontramos poco después de la Segunda Guerra Mundial, y como protagonista una familia Americana de clase media cuyo apellido es Keller. Joe, es el padre y dueño de una empresa de fabricación de material de aviación. Su empresa ha vendido material defectuoso y debido a eso mueren 21 pilotos durante la Guerra. Uno de sus trabajadores está en la cárcel pagando por ello.


El hijo mayor lleva desaparecido tres años, su  madre, Kate, vive esperando su regreso, nunca se encontró el cuerpo, así que puede aparecer en cualquier momento, eso es lo que ella piensa. El hermano pequeño, Chris, piloto de guerra, está iniciando una relación con la novia de su hermano “desaparecido”, Anne Deever. Anne es la hija del trabajador encarcelado.

Y con todo esto de fondo se va desgranando una historia de relaciones humanas, de verdades silenciadas, de mentiras dichas con sonrisas...hasta que se llega a la verdad que se grita en silencio: Joe es culpable de todo, no la persona encarcelada. Su hijo mayor, al que su madre no ha dejado de esperar, avergonzado porque descubre la verdad, decide estrellarse con su avión incapaz de asumir la culpabilidad de su padre.  La familia mantenida en el alambre de la falsedad se derrumba. Finalmente Joe se suicida.

El director Claudio Tolcachir, argentino (ya sabéis mi opinión sobre los argentinos, son maravillosos en el mundo de la interpretación) consiguió que nos sintiéramos mal por espiar a la familia, logró crear una ventana por la que podíamos verlos, como vecinos curiosos y distantes.

Por otro lado: Carlos Hipólito, allí donde Carlos esté sobre un escenario, allí estaré yo.

Pero he de decir que Gloria Muñoz, que interpretaba a la madre, me fascinó. Nos llevó, por todos los matices de su personaje, cogidos de la mano.

Carlos Hipólito haga lo que haga es perfecto. Nos presentó a Joe  como el que te enseña su casa mil veces explicada, con cariño y sin aparente esfuerzo.

Ambos nos abrieron la pequeña rendija que nos permitió espiar a su familia.

Y repito una recomendación, de Carlos id a ver todo lo que haga, actualmente "La mentira" en Madrid, nunca os arrepentiréis. Palabra

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