Anoche fui a ver nuevamente "Burundanga" obra de la que ya he hablado en una anterior entrada, un texto de Jordi Galcerán.
Pero, como siempre digo, nunca se ve una misma obra y este caso no ha sido una excepción.
Primero, porque he ido con mis sobrinos que, casi, por primera vez iban a una obra "de mayores", sinceramente creo que han disfrutado pero no lo han verbalizado mucho, adolescencia...
Segundo, porque el reparto es diferente en su totalidad. Eso no hace, por supuesto diferente al texto pero si hace diferente su forma de interpretarlo, de darle matices...
Os pongo, para quién no haya visto la obra, una pincelada pequeña porque sigue en las tablas del Lara (por octava temporada, ahí queda eso) y para conocer su desarrollo es allí donde debéis acudir: Berta es una joven que está embarazada y no sabe cómo se lo puede tomar su novio, no sabe si Manel va a querer al bebé. Silvia, que es su compañera de piso, le ofrece la solución: Burundanga, la droga de la verdad. El problema es que Manel dice cosas que nadie esperaba oír. Y hasta aquí puedo leer.
El ver una obra por segunda vez hace que analices todo con más tranquilidad, sin el temor de perderte algo. La primera vez que la vi me sorprendió, de forma grata, como trata el tema del independentismo vasco, la forma de desdramatizarlo es respetuoso y divertido. Han pasado desde su estreno ocho temporadas, y se nota. Fui esta vez, además de con mi sobrinos, con gente que no la había visto nunca, se divirtieron pero ese tema ya no les sorprendió tanto, les sonaba más lejano.
Sigue siendo interesante el segundo tema, la verdad. ¿Realmente queremos conocer la verdad del otro?¿vivimos mejor sin conocerla? y lo más importante, una vez conocida ¿la asumiremos y aceptaremos? Respuesta que se dan en la obra para el problema concreto, pero que quedan en nuestra mente y nos acompañan al mundo real cuando traspasamos las puertas del teatro.
Los actores trabajan perfectamente de forma coral, se complementan y apoyan en todo momento, pero me van a permitir destacar a Francisco Nortes, su personaje de amigo fue divertido e incluso tierno.
Si están en Madrid este verano no dejen de ir al Lara, cuando salgan de ver "Burundanga", quizás, tal vez, durante un rato, jueguen a decir verdades y el resultado nunca se sabe...
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