jueves, 8 de junio de 2017

DE JOSÉ TAMAYO

En anteriores entradas, he hablado de actrices, actores, escritores y hoy, quiero hablar de un director: José Tamayo

Este director revolucionó la escena española, gracias a él, por ejemplo, la zarzuela llegó a todo el mundo, sus montajes fueron innovadores, del Teatro Fuencarral al mundo.

Yo no conocí esa época, entre otras cosas porque no había nacido, para mí José Tamayo era un gran director, me parecía fresco, me gustaba. Fue tras su muerte, en 2003, cuando realmente pude conocer su importancia. Entre muchas cosas fundó el Teatro Bellas Artes, y,fue, precisamente en este teatro donde vi por primera vez uno de sus montajes en 1994: Calígula de Albert Camus.

Explicar esta obra es complicado, si hiciésemos un resumen rápido sería algo así como: tras la muerte de su hermana y amante, el emperador se vuelve loco, maltrata de forma brutal a todos sus súbditos, y estos una vez hartos lo asesinan. Pero esto es simplificarla mucho.

En esta obra, donde un emperador dulce y bueno se convierte en un déspota sanguinario, vemos reflejado el poder sin límite, usado de forma horrible, para encontrar una libertad mal entendida. Caligula se siente por encima de los dioses ya que no hay nada que no pueda hacer, llega a matar al hijo de uno de sus consejeros o al padre de quién es su mejor amigo.  Albert Camus dijo de su personaje  que “negaba a los hombres”, es cierto, pero esa negativa le lleva a no alcanzar nunca lo que busca, ya que en muchas ocasiones lo que buscamos está en los demás, por ejemplo la amistad, aunque a veces tenga que partir de nosotros mismos. Finalmente Calígula acepta morir porque entiende que nunca alcanzará la felicidad o la libertad.



En la versión que yo pude ver, Calígula era interpretado por Luis Merlo. Llegas realmente a odiar al personaje, pero a la vez consigue que entiendas sus sentimientos.
Otro de los actores que me llamó la atención fue Pedro Mª Sánchez, que interpreta a Quereas, un personaje que con su inteligencia supera el odio.
La última escena donde es asesinado y aun así grita antes de morir que aún está vivo, es bastante impactante. Calígula muere sin conseguir lo que tanto ansiaba: conseguirlo todo y ser libre

En mi opinión José Tamayo mimo a los personajes en su montaje, algo que en en esta obra es esencial. Son ellos, los que nos permiten entender el deseo de libertad lleno de odio a la humanidad.

Consiguió Tamayo, por medio del vestuario, de la música (de García Abril) de la dirección de los, por otro lado maravillosos, actores y actrices, sacar a la pieza de Albert Camus todo su valor. Sin duda es una de las obras más importantes del siglo XX y Tamayo supo mostrárnosla con toda su intensidad.

Con estas líneas me gustaría  rendir, mi mas sincero homenaje, a un director que supo ir más allá y llevarnos con él, a todos los que pudimos acompañarlo a través de sus montajes o mejor dicho Bellas Artes.

2 comentarios:

  1. Tus comentarios captan con gran acierto la complejidad de una tragedia clásica del siglo XX

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  2. Muchas gracias, me alegro de que te guste

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