viernes, 14 de diciembre de 2018

DE MÓVILES Y EL TEATRO

Hoy voy hablar de algo que todos llevamos en los bolsillos o bolsos, no son las llaves, son los móviles.

Se preguntarán que tiene que ver el tema con el teatro, pues sorprendentemente mucho, y en su parte más molesta.

Todos sabemos lo que mal que sienta tener una conversación interesante, una que de verdad te importa y que suene el móvil varias veces, sean mensajes o llamadas da igual, la magia se pierde.

Traslademos eso a un grado mayor, a un lugar donde se transforma las palabras en interpretación, al teatro.

Las personas que están sobre el escenario no son muñecos que repiten las palabras como autómatas. Alguno se sorprenderá, casi seguro, si les digo que necesitan concentración, silencio, conexión con los espectadores para sentir que traspasan baterías.



Conexión, sí, pero no con el móvil.
Que suene un teléfono son segundos, aunque suene paradójico, de desconexión en su concentración, y puedo asegurar que eso es muy duro. A veces una palabra mal dicha, un silencio inadecuado, puede estropear toda una escena, quizás la escena más importante.

Mirar al oscuro patio de butacas y ver luces de móviles, tampoco ayuda mucho.

Así que por favor, cuando vayan al teatro, apaguen sus móviles, les aseguro que no hay nada fuera que no pueda esperar un par de horas, que les garantizo serán, con casi total seguridad, maravillosas.

Los/las intérpretes se lo agradecerán, los/las compañeros de butacas se lo agradecerán, y aunque ustedes no se lo crean, también lo agradecerán. Les doy mi palabra

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
    Además de todo lo que has dicho, creo que es una falta de respeto hacia aquellos que con su trabajo nos transportan a un mundo mágico y nos hacen vibrar y sentir. Hacen que por unas horas nos olvidemos de todo y vivamos su historia.

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