Hoy, voy hablar de una obra cuyo autor no la pensó para teatro, pero que se ha convertido en un clásico: "Cinco horas con Mario" de Miguel Delibes
En ella Delibes nos habla de Carmen o, mejor dicho, Carmen habla de si misma junto al cadáver de su marido, Mario, catedrático de instituto y considerado un intelectual. Cuenta su relación de pareja, o su mala relación. A través de ésta, Delibes nos muestra la España provinciana de la época, la de los año sesenta, habla también de la falta de comunicación en el matrimonio.
Nos encontramos con una Carmen Sotillo que vela el cadáver de su marido, una Carmen que repasa su vida junto a Mario, y en sus recuerdos, podemos ver su pobre visión de la vida, una sexualidad que nunca disfrutó y el odio que tiene a su esposo porque no lograron pasar de clase media. También conocemos a Mario, un ser egoísta, autista y tímido, un escritor frustrado, machista de aquella época. Delibes, nos muestra una pareja que se encuentra atrapada en una sociedad esclava de si misma, de convencionalismos incapaces de romper.
Centrémonos ahora en la adaptación teatral. La directora fue Josefina Molina, persona que conoce "Cinco horas con Mario" como si fuese su casa, por lo que la dirección es perfecta, rayando lo magnífico.
Pero Lola Herrera, no rayó la perfección, lo fue. Consiguió que su Carmen, a la que interpreta con unos matices que sólo una gran dama del teatro puede alcanzar, nos llevara, como si de una montaña rusa se tratase, por la risa y el llanto casi sin darnos un respiro. Su Carmen, llena cada rincón del escenario, con un gesto, con una palabra...y nos llevó al final donde definitivamente nuestro corazón se encogió.
Lean el libro, vean la obra si tienen la oportunidad pero, por favor, no dejen de empaparse de este Delibes. Conocerán una España, que nos toca un poco de lejos, una época que ahora a las mujeres nos parece imposible, y que muchas lucharon por cambiar. Leedlo y dadles las gracias a esas mujeres
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